Actualización de las 22 semanas
Los tiempos actuales parecen surreales. Siento a veces que estamos en esta clase de realidad diferente. ¿En serio todo ésto está pasando? Sé que ya había muchas cosas malas pasando en nuestro mundo, pero una pandemia afecta a cada uno de nosotros directamente. Nuestras vidas no son iguales, nuestras rutinas han cambiado, y las cosas que esperábamos ya no son viables, en ninguna manera. Por ejemplo, usualmente guío una hora de juego en español en la biblioteca local, y ahora realizo una hora del cuento bilingüe virtual los viernes. Extraño lo normal, extraño salir a caminar sin necesidad de estarle sacando la vuelta a otras personas.
Estoy en mi segundo trimestre, y aunque a veces los días se sienten largos, y las semanas parecen irse rápido, siento que por ahora mi embarazo va lento. Es difícil de explicar, creo, pero a veces siento que mi fecha estimada de parto está muy lejana. Tal vez todo es debido a la pandemia. ¿Cómo te está tratando? ¿Cómo te va en estos tiempos de cuarentena? ¿A mí? Déjame te platico un poquito.
Mi tratamiento de progesterona
Estoy recibiendo inyecciones de progesterona cada semana desde la semana 16 de embarazo. En la clínica donde me atiendo han hecho cambios a sus protocolos. Ahora tienen unas cuantas sillas en su cuarto de espera, y tienen unas cintas en el piso que señalan dónde debes de pararte para hablar con la recepcionista. Tristemente, aún no hemos podido ser autorizados para aplicarlas en casa, así que tengo que salir cada semana para que me apliquen las inyecciones. Mis brazos se sienten con bultos en donde me han inyectado, y ¡oh, Dios! si aún no sabes lo que es que te pongan una de estas inyecciones, te hago saber que son realmente dolorosas. La inyección en sí no duele más que cualquier otra aguja, pero cuando el medicamento entra a tu cuerpo es cuando experimentas dolor, y hasta como que pierdes fuerza. Los primeros minutos son los más difíciles. Usualmente es recomendado que te quedes unos 30-40min en la clínica para saber si tienes alguna reacción o sientes algo extraño. En tiempos de COVID-19 te motivan a dejar la clínica tan pronto como puedas. Esperamos que tal vez relajen tantas reglas y podamos aplicarlas en casa pronto.
Visita prenatal por teléfono
El inicio de mi viaje en este embarazo fue fácil. Siempre tuve a mi esposo, Robert, conmigo durante las visitas al doctor, e incluso mi hijo, Robbie, ¡estuvo con nosotros durante mi primer ultrasonido! Asimismo, Robbie estuvo ahí para encender el doppler para revisar el latido del corazón del bebé en mi última cita “normal” con mi ginecóloga. Todo parece borroso ahora, y es difícil no sentirse raro con todo ésto.
Mi cita prenatal que tuve más recientemente fue diferente. Creo que tal vez ésta será la nueva “normalidad” de ahora en adelante. Tuve una cita que le llaman visita de Telehealth (telesalud), la cual es básicamente una llamada de teléfono en la cual tienes que dar consentimiento verbal a tu proveedor de salud para llevar la sesión a cabo. Tenía una lista de cosas que quería platicar con mi ginecóloga, y todo pasó bien y con facilidad. Definitivamente el proceso se sintió raro. Extrañé nuestro ritual de ir a la clínica juntos en familia. ¡Incluso extrañé hacer pipí en un vasito! Mi doctora me hizo saber que ya tenían que realizarme un ultrasonido de Nivel 2, y me agendaron una cita en el hospital. Aún no sé nada sobre mi siguiente chequeo mensual.
Día del ultrasonido
Mi esposo, Robbie, y yo nos alistamos para la cita para mi ultrasonido. Estábamos esperanzados de que nos dejarían a todos ver al bebé. Demasiado pedir. Sin embargo, creo que fue lo correcto que únicamente dejaran pasar a una persona. Fue definitivamente duro estar ahí sola, pero por el lado amable, me permitieron realizar una videollamada a mi esposo.
El bebé se estaba moviendo mucho, y la técnica tomó todas las fotos que necesitaban. ¡Confirmamos que vamos a tener a un varoncito! sin lugar a duda, si ya sabes a qué me refiero, ¡jaja!
También me realizaron un ultrasonido vaginal para revisar mi cervix. Pregunté y dijeron que este último ha sido agregado como rutina desde hace poco más de un año. ¡Las cosas sí que han cambiado desde mi último embarazo!
Consejos para tus citas prenatales
Si vas a ver a tu ginecólogo o partera durante la pandemia, asegúrate que tu cita sea agendada como la primera del día. Pregunta a tus proveedores cuáles son las opciones más seguras, y si es viable que tu cita sea por teléfono. Si terminas yendo, lleva tu propio gel antibacterial para tus manos, y una mascarilla o cubrebocas.
Trata de hacer una lista de cosas que quieres platicar con tu proveedor con anticipación. Pídele opiniones a tu pareja sobre la lista también, ya que el cerebro de embarazada no bromea. Si tienes fiebre, tos, o dolor de garganta, llama a tu clínica antes de acudir a tu cita. Cuídate. Estar embarazada nos pone en el grupo de alto riesgo.
Mantengámonos positivos durante estos tiempos difíciles. Aguanta. ¡Tú eres fuerte, mamá! ¡Podemos lograrlo! Michelle